sábado, 17 de noviembre de 2012

Lectura a primera vista


Una de las capacidades que un músico acostumbrado a leer música escrita suele requerir en su desempeño laborar es la lectura a primera vista. Esto se refiere a la capacidad de un músico de interpretar una pieza sin haberla estudiado y muchas veces ni siquiera escuchado o visto antes.
Lectura a primera vista

El desarrollo de esta habilidad suele ser un tema que inquieta a aquellos que desempeñandose como activos laboralmente se van enfrentando a situaciones en que por los tiempos disponibles para ensayo han de resolver una partitura en "la primer sentada". Hay quienes con el colmillo de la experiencia suelen salir del paso, pero para quienes apenas empiezan esto suele ser angustiante, por lo que presento aquí algunas cosas a tomar en consideración.

A) Habilidades a desarrollarse

La capacidad de leer a primera vista no acontece de un día para otro, por lo que hay que desarrollarla. Algunos maestros opinan que el leer música debería ser como leer un texto, el cual conforme lo vas leyendo lo vas comprendiendo. Sin embargo, dado que el tiempo que en nuestra vida hemos pasado leyendo música es mucho menor que el tiempo que llegamos a emplear para leer textos, es necesario tomar conciencia de la necesidad de de desarrollar dos aspectos antes de tener que enfrentarnos a la necesidad de hacer una lectura a primera vista.

Dichas aspectos son los siguientes:
  
1. La rapidez para leer música escrita. 
 
Esta se desarrolla mediante ejercicios de lectura de notas. Dependiendo de que método se siga esta puede ser solamente notas  o incluir también indicaciones de dinámicas y agógica. Algunos modos de estudio  para desarrollar la rapidez de lectura son 
  • Leer por delante. En una lección escrita nuestra vista va notas adelante de la nota que estamos pronunciando. Se suele empezar con una nota delante, e incrementando a distancias mas lejanas: tres notas, cinco, un compás.
  • Destapando notas. Similar a la anterior, en una lección escrita se ocultan las notas que están por delante (con un lápiz, el dedo, etc) y se van destapando conforme se avanza la lectura. Al igual que la anterior, se pueden destapar con anticipación tres notas, cinco, un compás...
  • Lectura intermitente. Al ir leyendo una lección se van omitiendo intencionalmente notas. Podrían ser intercaladas, una si una no, o usando algún otro patrón.
  • Lectura de piezas ajenas a nuestro repertorio. Puesto que la lectura a primera vista significa enfrentarse a una pieza desconocida, es bueno por nuestra cuenta agarremos alguna partichela fuera de nuestro repertorio habitual y la intentemos leer de corrido respetando todas las indicaciones.
Además de ésto, si estas en una escuela de música y te interesa mejorar tu lectura a primera vista, deberías mejorar tu desempeño en lectura de claves y rítmica.
  • Leer en diferentes claves es muy útil para un desarrollo consciente que nos permite realizar transposiciones. Éstas son muy útiles por ejemplo para cuando nos dan una guía en tono real y tenemos instrumentos transpositores, o cuando resulta que un cantante prefiere la canción en otro tono, como le pasa frecuentemente a pianistas acompañantes.
  • En cuanto a la rítmica, muchas veces no basta con la que nos dan en la escuela, ya que a veces hay ritmos propios de géneros específicos que están fuera de los planes de estudio. Es conveniente estudiar por nuestra cuenta esos ritmos, y más si nos son ajenos.

2. El desarrollo de la técnica

Aunque cada instrumento tiene un desarrollo de técnica particular -por lo que en cosas especificas mejor remitirse a los métodos y tratados de cada instrumento- si hay algunas cosas que un instrumentista debe cuidar:

  • Sonido. Aunque algunos no mencionan este punto, leer rápido descuidando el sonido no es precisamente algo agradable para los oidos, y se supones que aunque sea la primera vez que te enfrentes a una pieza tiene que escucharse música, por lo que un buen desarrollo de nuestro sonido es algo importante
  • Escalas y arpegios. No solo las mayores y sus relativas, si no también modales y atonales. Es cierto que a muchos les da pereza repasarlas, pero como muchos maestros repiten con mucha razón, son un aspecto fundamental en el desarrollo de la técnica. Además de familiaridad con los sistemas tonales, permite desarrollar agilidad.
  • Identificar limitantes de ejecución. Es bueno identificar cuales son nuestras limitantes de ejecución para trabajar en ellas. Dependiendo de cada instrumento, estas pueden ser registros muy agudos o muy bajos, ciertos trinos, cambios de octavas, etc. Incluso las limitantes propias de un instrumento determinado.

 

B) Estrategia ante una nueva partichela

La experiencia compartida por músicos y maestros acerca de la  lectura a primera vista, sugieren que al enfrentarse a una nueva pieza se sigan estos pasos.
  1. Leer sin tocar. Dado que muchas veces no nos darán tiempo para dar una repasada a la pieza, en lugar de entretenernos descubriendo cómo suena la pieza, identificar los elementos siguientes.
  2. Identificar el tipo de pieza. El encontrar en el encabezado alguna indicación de género, periodo, o sistema tonal empleado nos da una idea de que es lo que vamos a encontrar dentro de la pieza. 
  3. Identificar clave. Necesario para los instrumentos que leen en más de una clave. para los que emplean una clave esto no suele ser necesario.
  4. Identificar el tono de la pieza. Este paso ayuda a saber las posibles digitaciones a usarse.
  5. Revisar las indicaciones de tiempo y compás. No confiarse de la indicación después de la clave, en el transcurso de la pieza puede que existan cambios.
  6. Identificar alteraciones accidentales. Poner especial atención si son alteraciones dobles.
  7. Identificar pasajes complicados. Si se tiene tiempo darle un repaso.
  8. Ubicar las indicaciones de repetición. A veces estas indicaciones suelen ser confusas, entender hacia donde nos lleva cada una evitará que nos perdamos.

C) Consejos.

La lectura a primera vista depende de que tan acostumbrados estemos a leer música escrita, por ello es recomendable dedicarle tiempo al desarrollo de la lectura. Además de lo mencionado arriba, es de ayuda leer partituras nuevas con otras personas, esto nos ayuda a tocar en conjunto. 

En el caso de estarnos entrenándonos en la lectura a primera vista, hay quienes aconsejan leer la nueva pieza tres veces. La primera sin tocar identificando los puntos anteriormente mencionados. La segunda vez ejecutando la pieza de principio a fin procurando no detenerse. Los errores cometidos se analizan y se da una tercera lectura a la pieza ejecutándola e intentando no cometer los errores anteriores.

Ciertos maestros opinan que la lectura de la música es similar a la lectura de un libro, el poder escuchar con la vista como suena una pieza dependerá mucho de que tan habituado estemos a relacionar la grafía musical con el sonido, abordar el estudio de las partituras con esto en mente, no sólo nos ayudará a tener una lectura fluida, sino también a desarrollar la musicalidad ¿o acaso no es música lo que buscamos producir?

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